La Revista Mar Desnudo en la Matanzas del Ciberespacio
En su artículo “Pensar en red”[i]
leído en la Jornada de la Cultura Cubana en medio Digitales y replicado
en varios medios en la red Victor Fowler comenta “La red no es una
simple vidriera para que el visitante aprecie la riqueza cultural de un
país, sino que necesita descansar en su valía para potenciales
consumidores internos..” Más adelante añade “Una comunidad intelectual
necesita como respirar, de un sistema de publicaciones periódicas,
revistas con temas de cultura general y también especializadas,
respecto al libro, la revista tiene una velocidad de aparición y
rotación que hace de ella el medio favorito a la hora de reflejar la
dinámica cotidiana de una comunidad intelectual”.
Desde finales del siglo pasado,
pero sobre todo desde la irrupción del siglo XXI que se avizora
trepidante y retador; artistas e intelectuales han puesto en circulación
un grupo de ideas sobre la relación arte- literatura e internet. En
nuestro caso particular a esas ideas se le añaden las preocupaciones e
intereses propios de nuestra cultura, el arte y la literatura cubana y
su relación con la red de redes. Un entorno virtual al ya no puede
catalogarse como una “novedad”. Los debates – con diferentes
intensidades – siempre en relación con los espacios que le han dado
cabida y visibilidad, se han movido en diferentes direcciones.La
inserción de la literatura y el arte cubano en la red; su
representatividad; las problemáticas relacionadas con la brecha digital
que no solo dificultan los niveles de acceso sino que complejizan la
administración de plataformas soportadas por los servicios que se
ofrecen dentro de la isla; la real capacidad de circulación que poseen
las mismas y otras inquietudes sobre las que necesariamente tendremos
que continuar indagando. Hace apenas unos meses se celebró en la sede
nacional de la UNEAC un evento sobre las diferentes propuestas de autor
en internet que son regentadas desde la isla.
Los editores de isliada.com le dedicaron un artículo con el
pintoresco y exagerado título de “el evento más importante del mundo” es
evidente la comicidad - al menos el intento de comicidad - que
encierra; pero lo más interesante de aquel encuentro, en el que por
fortuna tuvimos la suerte de participar, fue precisamente la
heterogeneidad de los criterios.
Hoy nadie cuestiona que internet
cambió para siempre los paradigmas de la comunicación humana. Su
nacimiento es una de las consecuencias de una nueva etapa en el
desarrollo global de las comunicaciones. Una hija cautivante de uno de
los momentos más corrosivos del capitalismo internacional; esa bestia
mutante que hemos dado en llamar globalización neoliberal. Pero Internet
no es precisamente tan controlable ni tan predecible como – quizás y
solo quizás - le pretendieron sus desarrolladores iniciales. En ella se
dejan abiertas grades oportunidades también para la contracultura, para
el discurso contra hegemónico, para otorgarle voz a grupos marginados
desde siempre por los círculos del poder mediático. Claro que esas aperturas estarán
siempre en proporción a la capacidad – y la voluntad – que tengan los
estados emergentes de invertir recursos en la reducción de la brecha
digital que separa al norte del sur. Y en la manera en la que la
contracultura del primer mundo sea capaz de rearticularse, a
través de un discurso coherente y atrayente. Un despliegue que pueda –
en la práctica – o quizás mejor decir en las repercusiones de la
virtualidad sobre la práctica, convertirse en una alternativa y no en
brotes desorganizamos y pintorescos que solo terminarán siendo
reasimilados y convertidos en parte de la lista de productos.
El alcance de Internet era
imposible de imaginar hace sólo unos pocos años, las posibilidades de su
interactividad, el dinamismo y los niveles de actualización de sus
herramientas. La reconfiguración de múltiples “territorios virtuales “
no solo anuncian posibilidades inéditas, presagian además un futuro
inminente en el que la información que circula por la red alcanzará
proporciones gigantescas. Basta observar las posibilidades de las redes
sociales para comprender que su desarrollo muchas veces es más rápido
que nuestra capacidad para racionalizarlo y estudiarlo; el fenómeno
supera a su observador, al menos limita su tiempo de reacción ante el
mismo. Estos megabloques de información que hoy circulan por el
hiperespacio, clasificados e indexados por los motores de búsquedas
tradicionales (entiéndase Google, Yahoo y los muchos que existen y los
otros que estarán por venir) suelen muchas veces aplicar rutinas que
catalogan a través de filtros parciales y lo que es peor, filtros
parcializados que oscurecen e intentan disolver ciertas zonas
informativas. Ya sea por la utilización de criterios de selección
errados, como por intereses de exclusión claramente definidos. Los
buscadores se convierten entonces en el arma más efectiva para destacar u
oscurecer determinados contenidos. La creación de motores de búsquedas
alternativos es una opción para evitar – o al menos mitigar – este
fenómeno.
Nuestras revistas digitales se integran a este espacio abarrotado de Portales Culturales, Prensa Digital, Blogs[ii],
páginas de Facebook, Twitter , YouTube, y otras muchas confluencias que
nacen, se desarrollan y mueren para dar paso constante a nuevas y más
complejas opciones de interacción. Toda una fauna binaria, boscosa e
intrincada en la que la visualidad ha ido ganando cada vez más
protagonismo y en la relación con el texto, este último suele
subordinársele.
Hacerse notar en esos hiperespacios, más aún desde territorios virtuales que
recién comienzan a posicionarse y a utilizar con efectividad dichos
soportes, no solo es una consecuencia de la necesaria calidad del
producto artístico que se ofrece, sino que también depende de una
acertada confluencia entre las vanguardias estéticas y las vanguardias
técnicas. La promoción se trastoca en posicionamiento y diferenciarse es
un proceso lento, agredido en muchas ocasiones por la necesidad de
superveniencia. Lo primero es mantener el espacio, el portal, la
propuesta… Lo que no es para nada simple desde la infraestructura que
contamos para ello; hacerlo además respetando una línea editorial o un
concepto grupal que responda a intereses artísticos determinados, es
avanzar un corto pero empedrado sendero.
El estado actual de herramientas
colaborativas de desarrollo basadas en lenguajes de programación
eficientes y relativamente fáciles de asimilar e implementar, como es el
caso de los CMS[iii] (gestores de contenido soportados por potentes marcos de trabajo o framework[iv]
como lo son Drupal, WordPress, Joomla, por solo nombrar algunos de los
más conocidos ) que permiten a los usuarios – pensemos en un grupo de
escritores, editores o promotores culturales u otros entes - edificar
proyectos como el de una revista digital, un portal cultural o
informativo sin la necesidad de poseer amplios conocimiento de
programación. Estos gestores se han desplazado desde el clásico HTML[v]
hacia la cimentación de entornos soportados en bases de datos en las
que la información y la visualidad son concebidas como dos elementos de
un todo, que luego es interpretado por los navagedores, o sea construido
para el lector (usuario) final. En estas bases de datos la información
es tratada de manera no lineal lo que dinamiza y amplia las capacidades
de interacción con el texto (hipervínculos, metadados, taxonomías,
filtros relacionales y muchas otras opciones) pero de esta misma manera
representan un reto para la preservación del patrimonio digital por lo efímero de su soporte y por que el concepto de patrimonio digital no es aún una idea adulta
y muchas veces no hemos comprendido del todo su importancia, más allá
de las instituciones y personalidades que con su valiosa labor comienzan
a preocuparse por este tema.
La revista Mar Desnudo (http://mardesnudo.atenas.cult.cu),
que ha pretendido navegar en las aguas temporales de la que hoy podemos
llamar “La Matanzas del Ciberespacio” forma parte junto con muchas
otras alternativas, de la presencia de una zona de la cultura, el arte
y la literatura de la isla en la red de redes. Matanzas es el espacio
físico en el que se han desenvuelto quienes llevan adelante el proyecto y
por esa razón Matanzas y sus creadores tienen entre sus páginas
electrónicas un papel protagónico.
La revista toma su nombre de los
versos de un poeta escrito por Emilio Ballagas, texto que curiosamente
se titula “Elegía sin sombre”. Laura Ruiz, la directora y creadora del
proyecto nunca me lo ha confesado; pero imagino que al leer aquellas
líneas: “mar desnudo impaciente mirándose en el cielo, el cielo
continuándose a si mismo, persiguiendo su azul sin encontrarlo “
encontró ella en el azul de tal poesía, el nombre de su revista, una
hija que llevaba gestando desde hacía tiempo y que fue tomando forma en
el vientre espiritual de la hacedora.
Fue el Centro Provincial del Libro
y la Dirección de Cultura Provincial - en aquel entonces ambas
instituciones dirigidas por mujeres – quienes en febrero de 2007, bajo
las complejas jornadas de la celebración de la Feria del libro,
asumieron el patrocinio del proyecto. Las dificultades son imaginables y
no es necesario darle crédito a los perseguidores de cualquier nacimiento… Para
nuestra fortuna ha sido más fuerte el apoyo de quienes comprenden la
cultura como un proceso amplio, inclusivo, que tiene la necesidad de
participar de diferentes espacios e interactuar a través de diferentes
soportes y que está obligada a generar de un modo continuo la
construcción y desconstrucción de sus vanguardias.
Hace apenas unos dos meses la
revista ha podido contar con su ISSN (2307-2415) que acredita su estado
de publicación legalmente reconocida; esto, como es lógico, amplia
nuestras posibilidades dentro del universo editorial digital de la isla.
En las páginas de presentación de Mar Desnudo, Laura Ruiz le dice a nuestros lectores, nos dice:
LA REVISTA MAR DESNUDO, aparece bajo el auspicio del Centro Provincial del Libro y la Literatura y la Dirección Provincial de Cultura, de Matanzas.
Pero sobre todo, es un esfuerzo de los creadores matanceros por lograr
establecer una nueva mirada, una nueva cartografía de lo que en la isla y
fuera de ella acontece. En las olas de este mar navegan creadores
cubanos y de otras latitudes. Aguas literarias de todos los mares, son
las que aquí aparecen porque lo que más importa a MAR DESNUDO es la
mezcla, el mestizaje del silencio y la palabra. Un espacio para casi
todo: reminiscencia del barroco insular, amasijo de palabra y cuerpos o
para decirlo en palabras del cantautor cubano William Vivanco: aquí
los negros rayan un tambor, los caracoles te hablarán, la yerba es una
ciencia… y en esa esquina universal se hace el cigarro y el amor, que se
acompaña de collar y vela, de parloteo y conga clásica…y si te quieres
cultivar, los pregoneros hacen ópera. Un barrio más de Cuba es MAR
DESNUDO, una esquina del diario andar, pensada para ser visitada y
habitada. A la espera quedamos entonces...
Hoy las páginas de la publicación están enlazadas a las principales redes sociales. http://twitter.com/#!/mardesnudo, http://www.facebook.com/mardesnudo
y continuaremos implementando las herramientas necesarias para ampliar
sus marcos de visualidad, siempre bajo la idea de que internet es
solamente un nuevo soporte, más complejo y dinámico que los entornos de
producción espiritual con los que habíamos interactuado hasta hora; pero
también allí el arte y la literatura irán conformando su “virtualidad
letrada”
Por: Abel G. Fagundo
[i] http://www.cubarte.cult.cu/periodico/opinion/pensar-en-red/16302.html . Pensar en Red : Víctor Fowler Calzada. Fecha: 2010-12-02 Fuente: CUBARTE
[ii] Un blog (en español, sin comillas ni cursiva,1 también bitácora digital, cuaderno de bitácora, ciberbitácora, ciberdiario, o weblog 1 ) es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente. https://es.wikipedia.org/wiki/Blog
[iii] Un sistema de gestión de contenidos (o CMS, del inglés Content Management System) es un programa que permite crear una estructura de soporte (framework) para la creación y administración de contenidos, principalmente en páginas web, por parte de los administradores, editores, participantes y demás roles. http://es.wikipedia.org/wiki/Cms
[iv] La palabra inglesa "framework"
(marco de trabajo) define, en términos generales, un conjunto
estandarizado de conceptos, prácticas y criterios para enfocar un tipo
de problemática particular que sirve como referencia, para enfrentar y
resolver nuevos problemas de índole similar. http://es.wikipedia.org/wiki/Framework
[v] HTML, siglas de HyperText Markup Language («lenguaje de marcado hipertextual»), hace referencia al lenguaje de marcado predominante para la elaboración de páginas web
que se utiliza para describir y traducir la estructura y la información
en forma de texto, así como para complementar el texto con objetos
tales como imágenes. http://es.wikipedia.org/wiki/HTML
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