La trascendencia del abismo

Imagen: David Duke: "un abismo propio"
Por: Abel G. Fagundo

La poesía sigue allí, aferrada a los bordes del abismo mientras todo lo demás le pisotea las manos. Caerá al fondo moribunda, en los últimos días de la especie; cuando las maquinas la recojan para rehacer sus partes con la sorpresa de un estremecimiento. 

El primer verso binario y otra vez el abismo, equilibrista entre la sensibilidad y el poder. Por los bordes de la existencia, siempre, mientras el tiempo exista y alguien o algo se afanen en comprenderlo, traducirlo, desvirtuarlo. 


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